Papel picado

A nadie le importa que un poeta sobreviva a la catástrofe Nadie quiere saber qué significa un terremoto, un tsunami o un tornado En la vida de un poeta Nadie sabe lo que es tener frente a los ojos una hoja en blanco, Líneas y más líneas, entrecruzándose, gimiendo, exigiendo Que el poeta haga aparecer un duendecillo equilibrista Y recorra esas líneas con maestría Aún si todo tiembla, si todo es lluvia y viento A nadie le importa que el poeta se arranque el corazón más de cien veces por semana, que muera y resucite bajo un farol roto.

4 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

A mí sí me importa. Y me uno a la tragedia diaria del poeta.

Vania dijo...

qué triste verdad

Anartista dijo...

yo se de la tristeza. y la fuerza de seguir intentándolo. entre bicicletas. vos sos la mujer nadadora. desde acá. te abrazo hasta allá.

Azul café dijo...

Comparto: a n a d i e.

Aunque nadie sea una muchedumbre, persisto. A NADIE, salvo tú y yo, que no somos nadie. Por mucho que seamos. Y somos.