Razones para entreabrir una puerta

Hoy decidí que era primordial salir a buscarte. Porque luego del invierno sólo me basta contigo para creer que no todo lo que sube tiene que bajar, ni todos los granitos de azúcar en el té, se deshacen antes de pronunciar tu nombre. Hoy descubrí que aunque tuviera un Lempicka en una de mis paredes, podría borrar el registro que has dejado en todas las casas en las que he intentado quedarme. Hoy mantuve tu perfil como escafandra, el horizonte que se marca en tus ojos cuando se hace tarde, tus hombros cayéndose, como tu voz, como tu pelo claro, como todo lo que dices cuando no estoy para escucharlo. Aunque no te busque, aunque no quieras que te encuentre. Hoy decidí que para mí, tú nunca llegarás tarde.

1 comentario:

Vania Varetto dijo...

Quiero quedarme donde de verdad me quieran, pero soy una tonta, porque me pierdo entre quienes jamás han sido capaces de amar, ¿y qué es un ser humano que no se atreve a amar?
no vale la pena, un ser humano así, no vale la pena.

Tú eres como yo en ese sentido, sabes querer, sabes esconderte y sabes entregarte y yo creo, que
sabes amar.